Vistas de página en total

10 de octubre de 2011

Cuántas veces habras dicho "no más" para volver a volver y a volver. Palabras en tu boca que han terminado por convertirse en una gigante colmena de avispas. Sangras al hablar, porque dañas los oidos de quien te oye, de quien te escucha. Pero sin embargo sonríes, te declaras culpable de tus actos, pero sonríes. Y yo, tan callado en mi memoria, prefiero no ver esa maldita sonrisa, ni oir tu voz rozando mis oidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario